UN MUSEO COMO UN "ARCA DE TRES LLAVES"



 *EL ARCA DE TRES LLAVES* CONTENIA:

LOS DINEROS DEL CONCEJO, LOS FUEROS, LOS DOCUMENTOS, EL PENDÓN, LA CRUZ PROCESIONAL, LAS VINAJERAS...

Nosotros no tenemos dineros, pero sí FUEROS, DOCUMENTOS, PENDÓN, CRUZ Y VINAJERAS...
y una Virgen hermosa.
Hasta en las arcas municipales nos guardan "bajo tres - o siete - llaves" un magnífico facsímil del "emigrado a New York" Beato de Maius, que fue hecho aquí!!! Y aquí debería estar a la vista de todos los amantes de Escalada. ¡¡¡Este es su sitio!!!

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En tiempos de los Reyes Católicos existía un “arca de los privilegios” para guardar caudales y documentos municipales, pero es durante el reinado de Felipe II, cuando se decreta su constitución mediante una Pragmática del año 1584:
“Mandamos que en cada lugar aya un arca de tres llaves diferentes en la parte más commoda, i segura, que al Ayuntamiento le pareciere, en la cual se meta todo el dinero, que tuviere el pósito, i tuviere procedido, i procediere de pan de el; i una llave tenga la Justicia, i otra un Regidor, i otra un Depositario…”
A este arca, que contenía la recaudación municipal junto con la del Pósito, se unía otra en donde se guardaban los documentos de la diplomática municipal sirviendo como archivo, por lo que se le llamaba el arca del Archivo.
Unos de los objetos, en este caso muy simbólico, que se guardaban en "el arca de tres llaves"... eran:
LAS VINAJERAS DEL CONCEJO = SÍMBOLO DE COHESIÓN SOCIAL.
("beber juntos")
"El concejo, por su desarrollo, puede equipararse a una ceremonia familiar que recuerda a los vecinos su existencia separada como pueblo diferenciado de los demás. Tal diferenciación de los otros se logra mediante la solidaridad interna ligada al rito del "beber juntos". La unión comienza a manifestarse en el hecho simbólico del pago del vino que se bebe durante la celebración del mismo. En el pago del mismo intervienen todos los vecinos sin exclusión y por riguroso orden.
La apertura del concejo se realiza una vez que la autoridad ha bebido su parte. La participación de los vecinos está asegurada mientras haya bebida. Finalizado el vino, se interrumpe el concejo hasta que se logra reponer el preciado líquido, pagado, una vez más, entre todos. El binomio discusión—bebida va íntimamente ligado: en el contexto del concejo, no se comprende la una sin la otra. La aparición de la palabra está siempre relacionada con la posibilidad de beber. De ahí que si la discusión no ha finalizado, sea preciso reponer vino para poder seguir discutiendo. El vino posibilita tal discusión al desatar las lenguas y romper determinadas inhibiciones. El problema es que, en numerosas ocasiones, conduce a más conflictos que acuerdos."
Todas las reacciones:

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Y NUESTRA VIRGEN 

SANTA MARÍA DE ESCALADA 

EN EL CENTRO 

   © Comisión de Donantes Pro-Virgen Santa María de Escalada


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