*CONSOLACIÓN*

*CONSOLACIÓN*

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“En tiempos de ´desolación´ no hacer mudanza”

Está demostrado que esta frase fue dicha por San Ignacio de Loyola; y explicada por él convenientemente en sus Ejercicios Espirituales, Regla V. Se cita a menudo - y se atribuye, erróneamente, a Santa Teresa de Jesús – con otro sentido “En tiempos de ´tribulación´ no hacer mudanza”.
Comienzo diciendo que esta segunda cita no tiene mucho sentido, porque es absurdo pensar que en tiempos de “tribulación” no haya nada que hacer. Es mejor hacer todo lo contrario: CAMBIAR. Hacer mudanza, en ese sentido de cambio, para salir de la congoja, la pena, la aflicción moral en que se malvive, se siente uno perseguido, o lo ve todo adverso.
En efecto la tribulación (tribulatio) viene de tribulo. “Tribulum” es el trillo, y tribulare: trillar, sacar el grano de la espiga con el trabajo del trillo, que produce cierto tormento, cierto dolor y cierta pena, pues el trillo machaca. Así pues, la mudanza es necesaria, para salir de todos esos estados “tribulosos”.
Pero voy a la frase exacta – y explicada convenientemente – de San Ignacio de Loyola: ”En tiempos de DESOLACIÓN no hacer nada”. Quizás se entienda mejor si hubiera dejado escrito lo que él explicaba profundamente, en lo siguiente: “Sólo has de hacer mudanza en tiempos de CONSOLACIÓN”. Ahí está el truco.
Porque la consolación es lo contrario de la desolación. La desolación es aquello que está movido por un mal espíritu; o en - y por - un mal estado de ánimo. Mientras que la consolación es estar, ser y obrar, movido por un buen espíritu;, o en – y por – un estado de ánimo bueno. Ahí está el truco.
Voy a ver si me “CONSUELO”.

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