AL CABO DE UN AÑO NO HAY NADA EN SU LUGAR...
¿Ni proyectos siquiera?
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Algunas ilustraciones con fotos de Emilio Torbado, Gradefes, y otros documentos de la hemerotecas de los años difíciles del Colegio Rural de Gradefes, tomadas sin ánimo de lucro.
“Así murió el de los nabos”
Recuerdo que mi abuelo tenía un refrán muy
particular para lamentar que una cosa importante acabara mal, generalmente por culpa de la mala actuación de
los administradores . Decía él: “Así
murió el tío de los nabos”
El dicho parece estar tomado de un romance, creo que
de origen extremeño, «Los nabos», con el
mismo esquema melódico de una canción tradicional leonesa conocida como «Vamos
a contar mentiras», que me viene como anillo al dedo para hablar del Colegio Rural de Gradefes, que en paz
descanse.
Nota: El romance (1) lo ponemos al final de estas
consideraciones.
En plan divulgativo,
y necesariamente sintético, daremos un repaso a lo que históricamente
significó en España, en León y en esta zona de Gradefes el movimiento sociocultural de
los Colegios Rurales Familiares, y su herencia de la pedagogía
moderna que puso en marcha Giner de los Ríos, La Instritución Libre de
Enseñanza, y en León la Fundación Sierra Pambley, en especial dirigido a la enseñanza y la cultura en el medio
rural y todos los aspectos de su vida.
En el siglo XIX ya hubo algunos escarceos, cuando
surgieron intentos de inaugurar oficialmente lo que se denominaba Conferencias agrícolas que pretendían ejercer tan benéficas
influencia en la prosperidad del país, como que en ellas se han de tratar todas
las cuestiones de que depende el porvenir de la Agricultura.
Por ejemplo, mediante una serie de
disposiciones, se regularon los estudios de Agricultura. Un Real Decreto de 21
de marzo de 1878 estableció que los libros y los útiles de enseñanza serían
gratuitos en las escuelas rurales que no pudiesen adquirirlos por falta de
medios.
Mediante una Orden de 1 de abril de 1890 se recomendaba a todos
los maestros y maestras de las escuelas públicas rurales la adopción de
carteles, cartillas y libros de lectura en que figurasen enseñanzas
relacionadas con la agricultura, mejora del cultivo, protección a los animales
útiles, etc.
En 1898, mediante una
circular, se introdujo en el primer curso de Agricultura la “Producción
vegetal” (mejora de los suelos y cultivo de las principales plantas de interés
económico) y en el segundo curso la “Producción animal” (alimentación, mejora y
explotación del ganado, así como nociones básicas de higiene y economía rural).
El profesor de Agricultura no debía explicar las teorías
científicas, estudiadas en Ciencias Naturales. Su misión era dar una enseñanza aplicada de la Agricultura, así como
inspirar a los niños el amor al campo y el interés por la naturaleza.
Pero la enseñanza de la Agricultura no
mejoró. Esto se debió a que los ayuntamientos no costeaban la instalación de
campos escolares, pero también a la escasa formación agronómica de los maestros:
en las Escuelas Normales se impartía la Agricultura de forma teórica, sin
clases prácticas ni experiencias, en escuelas destartaladas, sin un trozo de
terreno cultivable donde familiarizar a los futuros maestros con las faenas
agrícolas.
En la primera década del siglo XX se
propusieron NUEVAS PROPUESTAS PEDAGÓGICAS, con interesantes reformas en
los estudios agrícolas, con una serie de
innovaciones pedagógicas en las Escuelas
Rurales españolas, basadas en una enseñanza práctica y científica de la Agricultura,
así como en actividades experimentales realizadas en el laboratorio y en el
campo. Su objetivo era fomentar el interés por el conocimiento de la naturaleza
entre el alumnado del mundo rural, así como proporcionarles una formación
agrícola que les permitiese sustituir los métodos de cultivo rutinarios por
otros más racionales y científicos.
Ezequiel Solana (1863- 1931) obtuvo una beca
de la Junta de Ampliación de Estudios en 1908, para estudiar la “Organización
pedagógica de las escuelas primarias de Francia, Suiza y Bélgica” con idea de
implantar estos adelantos en España.
En 1910 Solana lamentaba la escasa
importancia de la enseñanza de la Agricultura en las escuelas españolas.
Proponía fomentar dichos estudios, despertar en los niños el amor a la vida en
el campo, darles nociones útiles de explotación del suelo y de economía rural y
sustituir los métodos de cultivo rutinarios por otros racionales y económicos.
Insistía en la necesidad de que las escuelas dispusiesen de un campo
experimental, para realizar una enseñanza realmente práctica.
Félix Martí Alpera (1875-1964),
también se interesó por la reforma de la organización y del funcionamiento de
la escuela rural. Fue becado por la Junta para Ampliación de Estudios en 1911
para viajar a distintas escuelas europeas y estudiar la enseñanza agrícola que
impartían. Con todo lo observado publicó un libro titulado “Las escuelas
rurales”, en el que proponía una
reorganización completa de las mismas para conseguir dar al alumnado una
enseñanza agrícola que le enseñase a conocer y amar el campo y que evitase al
mismo tiempo el éxodo rural hacia las ciudades en busca de mejores condiciones
de vida.
Esta enseñanza debía contener los
conocimientos científicos fundamentales de la Agricultura; las materias del
programa debían distribuirse de modo que las lecciones y ejercicios tuvieran
lugar en las épocas propicias; además, la teoría debía ir acompañada de
prácticas agrícolas. En definitiva, se trataba de desarrollar la aptitud del
niño para la observación y comprensión de los fenómenos que ocurren en el
campo.
IDEAS UTÓPICAS EN EL TERCER CUARTO DEL SIGLO XX
Una de LAS IDEAS fue
atender el MEDIO RURAL desde un punto de vista crítico, partiendo del
planteamiento de que las civilizaciones nacen en los pueblos, pero mueren en
las ciudades. Se defendía las escuelas
unitarias, frente al caciquismo reinante en los pueblos, como base del futuro
rural, educando para los pueblos y evitando la estandarización que enfoca todo
al mundo de la ciudad.
Tomando como ejemplo y compromiso las experiencias del Colegio Rural de Gradefes, que había
sido aprobado - junto a otros - en el BOE DEL 1 DE MARZO DE 1977, ORDEN
de 14 de enero de 1977 por la que se autoriza a los Colegios Familiares Rurales que se detallan (1) a impartir con carácter provisional las enseñanzas de Formación Profesional de Primer Grado
que para cada uno de ellos se determina. (2):
(2) detalle:
(Provincia de Avila «Gredos», de Candeleda.
«Almanzor», de El Barco de Avila, «Las Murallas», de Avila. Provincia de La
Coruña «Dubra», de Negreira. Provincia de León «El Bierzo», de Bárcena del
Caudillo. «El Villar», de Carrizo de la Ribera. «Santa María Lareal», de Gradefes. «El Páramo», de Santa María del
Páramo. Provincia de Orense «Rosalía de Castro», de Celanova-Vilanova.
«Antela», de Ginzo de Limia. «O’Pazo», de Rivadabia. «Monterrey», de Verín.
Provincia de Oviedo «Virgen de la Cueva», de Infiesto. Provincia de Patencia
«San Juan Bosco», de Astudillo. Provincia de Santander «El Montañés», de Arenas
de Iguña. «El Pasiego», de Liérganes. «Francisco de Paula Orense», de Ramales
de la Victoria. «La Casona», de San Vicente de Toranzo. Provincia de Toledo
«Juan XXIII», de Oropesa. Provincia de Valencia «L’Horta», de Catarroja.
Provincia de Valladolid «San Agustín», de Mayorga de Campos. «La Vega», de
Tordesillas. «Juan XXIII», de Tudela de Duero. «Instituto Rural El Pino», de
Valladolid. Provincia de Zamora «Doña Elvira», de Toro… y que fue denominado Colegio Rural de Santa María La Real de
Gradefes, por el Monasterio Cisterciense de la localidad)”
Con el fin de regularizar la situación
académica del alumnado de determinados Centros no estatales de Formación
Profesional de carácter agrario, se hizo necesario disponer lo conveniente en
orden a la autorización de nuevas enseñanzas impartidas en los mismos, y en su
virtud, el Ministerio tuvo a bien
disponer:
Considerar
autorizados los Colegios Familiares
Rurales que a continuación se relacionan para impartir las enseñanzas de la
Rama Agraria en el régimen de alternancias, que fue favorablemente dictaminado
por la Comisión Permanente de la Junta Coordinadora de Formación Profesional en
su reunión de 19 de febrero de 1976.
PERO, PERO…
Pero lamentablemente no se pusieron los medios económicos
necesarios para su buen desarrollo, comenzando por los sueldos dignos para el
profesorado, que - sobrado de entusiasmo e interés por los pueblos y la comarca
– llegó en algún caso a ejercer sus labores sin reconocimiento, y lo que es más
grave: sin apenas cobrar sueldo en varios años.
Los profesores y gestores del Colegio Rural de Gradefes entendían que era primordial un tipo de escuela participativa y global, en todos los ámbitos vitales del colectivo rural.
Un ejemplo fue el carácter pionero de su Director, Leoncio
Álvarez, riañés, incluyendo entre sus disciplinas la lucha leonesa y allí se iniciaron algunos ilustres, que
luego conformaron el Club de Aluches
EslaRueda .
También
la profesora Doralina Fernández Rubio,
natural de Navianos de la Vega ,Licenciada en Geografía e Historia que no dudó
en sumarse a aquella innovadora historia del Colegio Rural de Gradefes, con una especie de FP de agricultura y
ganadería. Allí estuvo 15 años al pie del cañón, no todos cobrados, hasta que
la aventura fue «ahorcada», Hablar en aquellos tiempos (años 80) de Jornadas
Ecoculturales era algo impensable. Y allí se hacía.
Pero,
repetimos, a las Administraciones no están por la labor de sostener este tipo
de escuela participativa, pues no les gusta que existan experiencias de este
tipo, aplicadas por una pedagogía moderna.
- Faustino Sabio, de Izquierda
Unida, León,
- Santiago Rodrígues, Porfesor del
Colegio;
- Domnimo López , antiguo alumno ;
- Y el sempiterno luchador de
causas dignas, Ramiro Pinto, entonces militante por “los Verdes”.
Pero el Colegio Rural de Gradefes, ya no estaba verde (de esperanza); ni
maduro, de frutos merecidos. Lo dejaron podrido por falta de apoyos; y echó la trapa y las
persianas.
Años más tarde se pidió que el
edificio recuperara esa función CULTURAL Y PROTECTORA DE LO RURAL Y DE LOS
SERVICIOS A LOS PUEBLOS; pero todo ha sido en vano. Últimamente se quiso
recuperar para habilitar allí el Centro
de Día de asistencia a los mayores, pero prosperó la nueva obra en una
parcela vecina, que ahora está en funcionamiento. De lo cual me alegro.
La noticia del derribo de este
histórico edificio nos la han dado silenciosamente, como postre o resaca de las
Ferias y Fiestas de San Blas; y ahora
está ya por los suelos. Dicen que con la idea, o proyecto, de levantar en ese
mismo lugar una Residencia para mayores.
Y no me parece mal esta idea y/o
proyecto. Porque la verdad es que preocuparse por los mayores es un bien
necesario; pero creemos que es escaso.
¿Por qué no se ocuparon antes -
muchos años antes – de esas mismas personas, que entonces eran jóvenes
agricultores y ganaderos con ganas de cambiar el mundo y ahora ya son “mayores”? Si lo hubieran hecho, seguro que hoy no habría
que derribar lo que estuvo bien hecho, pero mal terminado, “gracias”a los de
siempre.
“Mi abuelo tenía un huerto
Que tenía muchos nabos,
Tralará…”
“ASÍ MURIÓ EL DE LOS NABOS”
Mi abuelo tenía un huerto,
mi abuelo tenía un huerto,
que tenía muchos nabos,
tralará,
que tenía muchos nabos,
tralará,
que tenía muchos nabos.
-Aparejar la borrica,
aparejar la borrica,
que me voy a vender nabos,
tralará,
que me voy a vender nabos,
tralará,
que me voy a vender nabos.
En la mitad del camino,
en la mitad del camino,
me salieron los gitanos,
tralará,
me salieron los gitanos,
tralará,
me salieron los gitanos.
Me quitaron la borrica,
me quitaron la borrica,
solo me quedan los nabos,
tralará,
solo me quedan los nabos,
tralará,
solo me quedan los nabos.
Por un convento pasé,
por un convento pasé
y pasaba voceando,
tralará,
y pasaba voceando,
tralará,
y pasaba voceando.
Salió la madre abadesa,
salió la madre abadesa:
-¿A cómo da usted los nabos?
tralará
-¿A cómo da usted los nabos?
tralará
¿A cómo da usted los nabos?
-A peseta el medio kilo,
a peseta el medio kilo.
-No los quiero son muy caros,
tralará,
no los quiero son muy caros,
tralará,
no los quiero son muy caros.
Madre, cuando yo me muera,
madre, cuando yo me muera,
que me entierren en sagrado,
tralará,
que me entierren en sagrado,
tralará,
que me entierren en sagrado.
Que en la cabecera ponga,
que en la cabecera ponga,
un letrero colorado,
tralará,
un letrero colorado,
tralará,
un letrero colorado.
Con unas letras que digan,
con unas letras que digan:
«Aquí murió el de los nabos»,
tralará,
«aquí murió el de los nabos»,
tralará,
«aquí murió el de los nabos».
***
“PARTICIPACIÓN ECODESARROLLO Y PAZ…
POR LOS SUELOS”
© un ciudadano que
lamenta mucho que sean así las cosas, cuando podrían haber sido de otra mejor
manera.
(Las ilustraciones están tomadas de la red y de
las hemerotecas de “aquellos tiempos”,así como algunas de las ideas sobre los
“Colegios Rurales Familiares”.Todo sin ánimo de plagio, y mucho menos de
lucro).
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