IZQUIERDEAR


 “Izquierdear” está hoy muy de moda.

Citando a Don Quijote.
“Maese Pedro, que vio que don Quijote “izquierdeaba”, y que volvía a su primer tema, no quiso que se le escapase; y, así, le dijo…” (Capitulo XXVI de la Segunda parte del Quijote)
Hoy, como antaño, “izquierdear” sigue siendo apartarse de lo que dictan la razón y el juicio, con intención de escaquearse.
"Izquierdo" ya no es aquello que está situado en el mismo lado del corazón. En el corazón del que habla y del que observa y escucha. De ambos.
Hoy lo izquierdo es lo zurdo, lo no recto y con curvas; es decir: lo torcido. O peor aún: lo retorcido. Y es más zurdo aún porque se opone a todo lo derecho; y a todos los derechos de los que observan y escuchan, confiando en vano en que les respeten sus derechos.

Hoy se “izquierdea” desde todos los púlpitos, ya sean religiosos, sociales o políticos. Se considera a los demás un cero a la izquierda: personas inútiles, que no valen nada, y a las que no se tiene en cuenta. Salvo cuando se les necesita (a los demás) para diversos intereses; es entonces cuando se les cuentan sus votos. Pero, pasado ese tiempo: “si te vi no me acuerdo”.

(agf)

Comentarios

Entradas populares