De músico, poeta y loco, ¡todos tenemos un poco!



Mutis

Era más romántico quizá cuando
arañaba la piedra
y decía por ejemplo, cantando
desde la sombra a las sombras,
asombrado de mi propio silencio,
por ejemplo: "hay
que arar el invierno
y hay surcos, y hombres en la nieve"
Hoy las arañas me hacen cálidas señas desde
las esquinas de mi cuarto, y la luz titubea,
y empiezo a dudar que sea cierta
la inmensa tragedia
de la literatura.
                              "El que no ve" 1980
                               Leopoldo María Panero


LA LOCURA


Tiene que haber en la poesía,
- casi como una contradicción - 
una pizca enorme de locura;
y una "vecordia" atroz
que nos aprieta el corazón,
- la víscera -,
y nos priva de esa entraña,
hasta dejarnos sin ánimo, - inanimados, digo -.
Es necesariamente loca la poesía: 
fátua e insensata;  
cuando el vate audaz se viste de intrepidez,
de atrevimiento, 
y de ánimo desmesurado.
Rompe el poeta sus ropas de cordura,
se olvida de las obras con sapiencia;
y, desnudo, 
se le desmadura el corazón.
Ven a mi, locura intrépida,
y vuélveme imprudente.
Pues tengo un alma de escasa ánima.
Atrévete a darme
atrevimiento. Riégame;
pues la semilla de la locura
no me falta. 
No me faltes tú;
y perderé el sentido. 


(A.G.F./08.05.2mil11)  

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