UN PAPA PARA LOS TIEMPOS ACTUALES
El mundo en general necesita un "Papa que vista de paisano";
que lleve pantalones, y los lleve bien puestos, con autoridad, con mando y con decisión.
La Iglesia en general debe olvidar las ceremonias "palpati", (esas leyendas negras que dañan su imagen), las luchas internas, las exclusiones, los cismas y las suspicacias.
1.-
a)
Yo siempre creía que los curas eran curas porque llevaban esas faldas negras hasta los tobillos que son las sotanas, y que debajo de ellas no llevaban nada. Nada de nada. Como si fueran seres angelicales, casi espíritus puros.
Recuerdo que de niño, cuando yo quería ser aprendiz de monaguillo con Don Ignacio, una mañana me llevé una gran sorpresa mientras el buen cura subió al campanario a tocar a misa de diario. (Los días de domingo quedaban reservados para el sacristán; y los más festivos para los mozalbetes del pueblo, que se retaban para ver quienes volteaban más y mejor las campanas). .
Aquella mañana, estaba yo mirando al alto del campanario, donde el ángel-cura tocaba la primera, casi acariciando los bronce con sus badajos. De pronto sopló un remolino de viento que levantó las faldas del bueno de Don Ignacio, que le dejó al aire sus pies y sus piernas, y le arrastró la sotana hasta la nuca... Y , ¡¡¡oh sorpresa para mi inocencia !!!: descubrí que el buen cura vestía pantalones...
No me disgusté por ello, porque desde ese día supe que los buenos curas son "buenos paisanos". Y Don Ignacio lo era; claro que lo era...Lo fue en todo que de él recuerdo.
b)
El Papa actual tiene mucho de Don Ignacio:
"Roberto Prevost", antes de ser Papa, "vestía de paisano". Se ponía pantalones, como está mandado. Y según cuentan las crónicas "los llevaba muy bien puestos" en todos los sentidos: era muy hombre, ejercía su autoridad y tomaba decisiones.
Hoy que está estrenando su papado, todo parece (a menos que se viste por los pies, y lleva los pantalones bien pestos. Falta le hará.
2.-
Según vamos conociendo, por sus mensajes y sus significaciones, creo que el Papa León XIV no va a precisar de esa "ceremonia vaticana, mezcla de leyenda y falsedad" (lo que hoy se conoce como bulo o fake) que circula por ahí con el nombre "PALPATI".
No es preciso dar pábulo a los razonamientos de los mal pensados y pensantes, que creían en la necesidad de tal ceremonia para evitar que se colara una "papisa Juana , en el siglo IX ,
o la también leyenda negra de Inocencio X en el siglo XVII.
No hace falta que ningún diacono celebre aquella burda ceremonia y tenga que decir solemnemente "DUOS HABET ET BENE PENDENTES, DEO GRATIAS";
porque nuestro Papa actual "los tiene bien puestos" (los pantalones). Y que Dios se los conserve, poderosos, en propósitos y en buenas obras, en beneficio de todos sus seguidores, y de la entera humanidad.