DESCALZO
DESCALZO
"Podréis calzarme los pies; pero no el corazón, que lo
llevo siempre descalzo".
(San Juan de la Cruz)
Sin ruido. Sólo un
mínimo tic tac,
íntimo y caliente. Me delata.
Late a los ritmos del dolor;
de la queja; del
lloro;
de la esperanza; del futuro engendrado en el sueño; del sueño de ser
dios,
hacedor de la nada...
Y sucumbe a la nada.
Por eso va descalzo.
Los mis pies - ya lo veis -
caminan en escándalos de alaridos,
de gritos indomables. Y se rompen.
Serán polvo en el polvo. Y durarán
menos que mis sandalias.
¿Para qué queréis que yo me calce,
si
si
es la fosa, o el fuego, mi horizonte?
... Más próximo aún que la distancia
que hay entre los dos:
corazón y extremidades.
(agf/15.12.2mil14)
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