La "pinza roja" de hoy

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ARCO VOLTAICO
Llanos Gómez Menéndez
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Recibí hace unos días este libro, que me envió amablemente su autora. Desde el primer momento decidí buscar una "atmósfera" especial para asomarme a su contenido, pues ya intuía (no sabía muy bien por qué; quizás por su título profético...), que se trataba de un libro muy especial. Y no me he he equivocado. En absoluto.
Después de haber leído el contenido de la autora, quise recurrir a su prólogo, para buscar una confirmación externa de lo que he sentido en mi lectura. Pero no hace falta que diga que efectivamente es un libro especial... sin necesitar de preámbulo ninguno.
No obstante, para intentar convencer a otros lectores futuros de la virtud y bondad del libro de Llanos Gómez, voy a recurrir al prólogo (auto-prólogo) que Don Benito Pérez Galdos (¡nada menos!) pone a su libro EL ABUELO. Espero que sea suficiente razón para motivar a la lectura de ARCO VOLTAICO.
"El Abuelo" de Galdos, muy parecido a un obra teatral, por su estructura dialogal, es llamado, sin duda, por su autor: NOVELA.
Dice Don Benito en el prólogo (como si fuera una disculpa por el atrevimiento de su ensayo) que en las formas literarias, y en general en el arte, "todo el monte es orégano". Pero defiende que el "sistema dialogal" va nutriendo a los actores de su propio carácter, sin las influencias de los textos descriptivos. Los actores toman su vida propia, y casi sólo a través de su palabra; se convierten en autónomos, con un relieve íntimo, y firmes en sus acciones. Y por ello se independizan del autor que dicta la novela, tomando la batuta de la historia, con su verdad independiente. Y todo ello con la misteriosa virtud del diálogo que nos hace ver a los lectores los "sucesos de los personajes" olvidando con facilidad al oculto autor externo.
Quien de verdad da vida poética, tanto en la novela, en el teatro y en el poema, es el actor. Mejor dicho: los actores en diálogo. Pues la obra de teatro no deja de ser más que una novela hablada. Así, se llamó "tragicomedia" a La Celestina, cuando se puede considerar una bella novela hablada. Mejor dicho: dialogada.
Llanos Gómez Menéndez es Doctora universitaria, investigadora, ensayista en artes escénicas y profesora... con un buen bagaje cultural, histórico, literario y poético... Se nota.
Si tienen ustedes oportunidad, pónganse bajo su "arco voltaico". No les pesará; se lo aseguro. Y ya me dirán si el libro es ensayo, teatro, novela... o poesía.

© Alfredo García Fernández
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