carta de la prima Vera
Querido primo:
Ya te echamos de menos.
Hace ya un calorcillo agradecido en el jardín. Cuando deja de llover, se abren las margaritas en la pradera. Y se secan las piñas del pino enorme, en el rosetón del nogal... Esas que tienes recogidas, ya sabes. Yo tengo, a mis pies, el agua verde. Y la piscina rebosa, emborrachada de invierno. Si tardas en venir, creo que se van a adelantar las ranas. Ya croan, al oscurecer, allá en la presa. Y ya sabes que, - no sé bien cómo -, vienen hasta aquí, a saltos...
Te estamos esperando.
Te quiero.
La prima Vera:
Comentarios
Publicar un comentario
Espero tu comentario amable. Me ayudará a mejorar. Gracias.