si puedes, recurre...

los ángeles te miran...

No te fies de la administración, ni de los servicios públicos. Y , a menudo, tampoco de los servidores públicos. 
Si puedes, recurre... Está claro que en muchos casos no están para servirte, sino para servirse de ti. Lo digo en serio. Aquí va mi experiencia reciente:
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Los hechos causantes:
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-  al parecer, un día de enero del pasado año 2011, crucé con mi coche un paso de peatones, señalizado con semáforo, y con rádar incorporado, cuando la luz para los coches se acababa de poner en rojo. El chivato del ojo electrónico anduvo más rápido que mis ojos, un poco despistados. Eso lo creo. Y lo admito. Pero no me dí cuenta, oiga. Y en mi descargo añado que la calle estaba vacía de coches y de gente... (no peligro). 

- los servidores públicos (Policía Local), que dicen que son nuestros ángeles de la guarda, se pusieron a trabajar intensamente, sin yo saberlo. Y redactaron una sanción, contemplada por un cierto artículo, que nunca me dijeron. 

- pasaron algunos meses, y yo estaba en el limbo de los justos, por culpa de los ángeles de la guarda, que siguieron a lo suyo. Y lo suyo era hacerme un desacertado aviso (por su culpa), y una nueva receta con una nueva sanción - en base a un nuevo cierto artículo -, que multiplicaba por tres la receta económica en mi contra. Y yo sin saberlo... porque soy un mal ciudadano que no lee los boletines oficiales de la provincia, miren ustedes qué delito...

- por fín, la receta económica la estimaron tan sabrosa (para ellos), que decidieron avisarme concienzudamente, con las típicas amenazas de embargo de mis bienes, comenzando por mis cuentas bancarias,  (flacas por otro lado...)  Esta vez el trabajo a conciencia dio su fruto, y me encontraron. Porque ya les digo, - y les dije -,  que nunca he sido un prófugo...  Y yo me encontré con un cabreo monumental... Les visité - a los ángeles custodios - con el aviso en la boca, que más bien llevé cerrada para que no se me escaparan ciertas jaculatorias. Y los ángeles se compadecieron de mi, con sonrisas sospechosas, diciendo que si había sido malo que lo admitiera, que pagara el purgatorio, y aquí paz y depués gloria...
- pero uno está cansado de ser bueno, y quedar por tonto; y se propuso que de propósito de enmienda nada de nada... y, allá por septiembre de 2011 uno se puso a escribir esto:
 
Resumen de alegaciones según anexo:
-     Nunca he cometido la infracción de la LEY DE SEGURIDAD VIAL, Art. 9B.  del expediente 2011-03xxxx.
 - la supuesta notificación de una sanción del REGLAMENTO GENERAL DE CIRCULACIÓN, Art.146, a), del expediente 2011-00xxxx, NUNCA ME FUE NOTIFICADA FEHACIENTE Y CORRECTAMENTE.
  
ANEXO QUE SE CITA:

Recibida el día 20 de septiembre de 2011 la NOTIFICACIÓN  de fecha 19 de septiembre, correspondiente al expediente 2011-0xxxx, denuncia de fecha 27.06.11, sobre una infracción de la LEY DE SEGURIDAD VIAL, Art. 9B, por un importe de 600,00  euros.
NO ESTOY DE ACUERDO, PORQUE NUNCA HE SIDO REQUERIDO FEHACIENTEMENTE , Y POR ELLO NUNCA ME HE NEGADO A LA IDENTIFICACIÓN DEL CONDUCTOR, motivo de la presente sanción, inadmisible.

A mis consultas, se me informa VERBALMENTE que los hechos se refieren a una supuesta notificación de una sanción del REGLAMENTO GENERAL DE CIRCULACIÓN, Art.146, a), con una multa de fecha 09-01-2011, sobre una denuncia de FOTO ROJO, correspondiente a 200,00 euros, del expediente 2011-00xxxx, QUE NUNCA ME FUE NOTIFICADA FEHACIENTEMENTE.

 Se me informa VERBALMENTE, que el aviso fue llevado por el servicio de Correos a mi domicilio, siendo devuelto por DESCONOCIDO. Requerido resguardo del aviso me muestran en la pantalla del ordenador datos indefinidos, que no acepto. Me dan una copia del aviso de denuncia, y en su recibo no figuran los resultados de los intentos de entrega y los motivos de la falta de la misma.
MI DOMICILIO HA SIDO Y ES EL CORRECTO, y en él recibo habitualmente avisos de certificados del servicio de Correos, que luego recojo personalmente en sus Oficinas, cuando no estoy presente en el momento de la entrega.
Se me comunica que de este hecho se informa OFICIALMENTE  en el Boletín Oficial de la Provincia, de fecha 20.05.2011, ES DECIR: MÁS DE CUATRO MESES MÁS TARDE, manteniendo la sanción en los 200,00 euros.

NUNCA he podido atender el aviso y la sanción del REGLAMENTO GENERAL DE CIRCULACIÓN, al parecer originaria de este asunto, por un CLARO DEFECTO DE NOTIFICACIÓN.  De haber sido notificado CORRECTAMENTE, hubiera podido atender la sanción ORIGINAL, en los plazos correctos, ACOGIENDOME A LA REDUCCIÓN REGLAMENTARIA DEL 50 POR CIENTO.  Es decir: habría pagado 100,00 euros, cuando ahora  se me notifica una deuda de 600,00 euros, EN UN AFAN CLARAMENTE RECAUDATORIO Y ABUSIVO.

En conclusión: mantengo que  las sanciones no proceden, por DEFECTO DE NOTIFICACIÓN, Y POR NO SER RESPONSABLE DE LA SEGUNDA y ACTUAL NOTIFICACIÓN.


 Fdo.
xxxx xxxx  xxxx
nif :xxxxxxxx-x

La historia de esta historia dejó pasar una tregua, creo que por las Navidades, que dicen que son época de amor y de concordia. Pero hace unos días se acabó la tregua,. Mis amigos, los ángeles custodios,  me escribieron una carta nueva, sin hablarme para nada de mi queja, que ahora yo llamo recurso. "Paga y calla, guapo". Era en resumen lo que me decían ahora. O sea: lo mismo que antes. Ellos no estaban dispuestos a enmendar su propia plana. Y de mis alegaciones: naranjas de la china...

Yo estuve en un tris de resignarme. También estuve en un tris de gastar el importe de la multa en matasuegras, y presentarme en su cielo. Pero decidí portarme bien una vez más, pero sin resignarme a pasar de nuevo por tonto. Y recurrí de nuevo. Esta vez en persona. Cara a cara con el que firmaba las misivas. 
La verdad es que el "abajo firmante de las notificiaciones" se mosqueó un poco, y me atribuyó una posición de poco civismo y cierta falta de respeto a la autoridad, - que yo mantengo que no tuve en ningún momento. Tan sólo manifesté mi firmeza en exigir que mi recurso se leyera y se contestara razonadamente. Me sorprendí al constatar que el firmante desconocía mis requerimientos, que no tenia en el expediente. Yo le entregué una copia de lo que yo les había dejado fehacientemente (con su sello de entrada) allá por septiembre. Y quedó de revisar el asunto y confirmarme  la respuesta.
A la semana siguiente tuve esa respuesta, si bien de una forma verbal, y por teléfono: "Tiene usted la razón; su recurso ha sido estimado, y se anulan los dos expedientes".
"Y eso, ¿cómo me lo van a decir?... ¿sólo con música, o con letra?" - le dije.  " Tendrá usted en unos días una nueva notificación con esta resolución de anulación" - me dijo.
De esto ya han transcurrido veinte días exactos. Y por fín me han entregado hoy, día 21 de febrero, el siguiente aviso definitivo:

 
Lo que te decía al principio: si puedes, recurre, recurre. No te fies ni de los ángeles. 
Yo no lo hice. 

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