primera jornada

 si no oyes la música, pica en "actualizar"... 

Dicen que "días de mucho, vísperas de nada". Así lo deben entender los medios de comunicacíón leoneses.

 El anuncio de las jornadas de charlas sobre San Miguel de Escalada, el viernes pasado, causó gran expectación. Y prometía un buen seguimiento de los medios. Hoy, martes, a los ocho y media de la mañana, he visto bien poco, por no decir ¡nada!. Menos mal que el seguimiento lo puso ayer la gente en la sala "Gordón Ordás", en El Albeitar... 

 Pero yo no quiero que la primera jornada quede sólo en eso. Quiero que se conozca. Por ello, voy a mandar esta crónica, modesta, a todos los medios, aunque no esté en la nómina de ninguno de ellos. Creo que San Miguel de Escalada se lo merece.

 

 

"Puedes tener el universo, mientras yo tenga a Italia."

VERDI, Giuseppe

Hacer una crónica objetiva de la primera jornada de conferencias sobre San Miguel de Escalada es un tanto difícil. Al menos para mí, que subjetivamente veo las cosas desde el lado de corazón, de la ilusión, y del empeño entusiasmado que nos está moviendo.   

 La alcadesa de Gradefes estaba como yo: más ancha que alta.

Rogelio Blanco, Director general del Libro, Archivos y Bibliotecas, no nos faltó. Y nos recordó que acordar, recordar, vienen de corazón (cor-cordis); que la memoria es un rizoma indestructible, por donde llega, y sigue, la fluidez de la vida; que la palabra es el atributo más querido de los dioses (¡Dios se hizo verbo!), y la pintura es la obra más suspirada por los hombres. Todo ello hablando de San Miguel de Escalada y de su códice, cuyo facsímil nos entregó él mismo hace unos meses...

Francisco Flecha, Vicerrector de la ULE, nos ofreció su casa, - porque estábamos en el Albeitar -; y presumió de ver el salón lleno de gente. "La vez que más seguidores han llenado esto". Y era verdad: la sala "Gordón Ordás" estaba a rebosar, con decenas de personas de pie, en los laterales, amén de los que ocupaban las butacas del patio.

                                                                          Frente a la iglesia urbana, (por ejemplo, San Isidoro, en León): rica, cuidada, brillante... el vicerrector prefiere esas iglesias en mitad del campo. Como el Monasterio de San Miguel de Escalada: con esa mágia física, y esa capacidad de convocar a la gente: a un pueblo, a toda un comarca... Yo también las prefiero.

Ana Isabel Ferreras, la alcadesa, reivindicó a toda la comarca, dando un repaso a todas sus joyas; para terminar en la mejor de todas, que hoy nos congrega. Y presentó al Catedrático Vicente García Lobo, que es su paisano y vecino, de uno de sus pueblos más pequeños: Valdealiso...     

 La labor de Vicente García Lobo, hoy,  fue un poco farragosa. Porque pintar la historia con cifras es árido. Las pinceladas prometidas fueron encabezadas por unas reseñas entrañables a hombres de esta tierra: Aurelio Calvo, el Padre Marcos de Escalada y Amado Cancelo.  A este último, hijo de Val de San Miguel de Escalada y Valdabasta, lo teníamos entre nosotros.  

                                                         García Lobo dió un repaso somero a la historia del Monasterio, dividida en cuatro monacatos: fructuosiano, isidoriano, benedictino, y canonical .  En todos las épocas nos dejó, como no podía ser de otra manera en una conferencia,  muchos paréntesis abiertos.  Poco a poco queremos abrirlos, y cerrarlos... Y llenarlos de datos, tesis, hipótesis, discusiones,  ricas polémicas: Y conclusiones. Hoy se trataba de eso.  

                     Hubo dos o tres momentos en los que el conferenciante apuntó algunas teorías novedosas. Pero quedamos en suspenso. Por ejemplo, cuando insinuó que no sólo el Beato de San Miguel de Escalada lo hizo Maio en este Monasterio, (y no en Tábara, como mantiene Williams), sino que también el Beato de Gerona lo hizo Maio en Escalada; aunque lo quiso terminar en el pueblo zamorano de Tábara, donde encontró la muerte, y donde lo finalizaron sus discípulos Emeterio, Ende y Senior. Vicente García Lobo tiene algo de Alfred Hitchcock. Por lo del suspense.  

 Don Vicente aclaró varias cuestiones al final de su intervención, que bien pudieron enlazar con debates nuevos. Que quedarán, sin duda, para otro momento. Por ejemplo: las preguntas de J. A. R. sobre la posibilidad de la dualidad en el Monasterio de Escalada. Es decir: que hubiera en su recinto monges y monjas. El planteamiento de que Ende, sierva de Dios y pintora, pudiera haber vivido en Escalada, antes que en Tábara, es admirable; pero también posible...  Otra vez nos queda el suspense.

Gracias, señor García Lobo. Y gracias a todos.  Mañana más.

"Puedes tener el universo, mientras yo tenga a Escalada."

Alfredo .................................. Publicado también en EL RUGIDO