en espera de un "nasciturus"

PRECESIÓN RETÓRICA…en espera de un “nasciturus”


En esto de la poesía - la de los otros, e incluso la mía, bien modesta - me gustaría que me recordaran por ser un buen "espigador". En toda la buena, profunda y redonda extensión de esta palabra.

Precesión, en retórica: ¡Cuantas bocas hambrientas...

han dejado de serlo!

(la precesión, lo que se deja incompleto; pero que se sobreentiende muy bien es: “gracias a las "espigadoras”).

 

En retórica, la precesión es la enunciación de una frase, que se deja incompleta para que se sobreentienda su significado.

Algunas segadoras, después de que los hombres con más fuerzas cortaran - a veces sin cuidado - las plantas de los trigos, "se quedaban a la espiga". Era una faena ardua, y poco agradecida. Era esperar a lo último, a lo que dejan los demás, para aprovechar los desperdicios. Pero había espigas ricas de granos en todos los rastrojos; y era preciso y necesario aprovechar esas riquezas.

En algunas formas de hablar de nuestros mayores, espigar era tomar de uno o más escritos; era rebuscar, acá y allá datos que interesan; y algunas veces espigar era crecer notablemente, "llegando a ser muy espigado".

Precesión viene de praecessio, y de praecedo, ere: que es la acción de preceder, anteceder, ir delante, dejar atrás, aventajar, superar. Incluso haber nacido antes; es decir: ser más viejo.

*** 

Félix Maraña, lector empedernido, estudioso, colibrí de lo clásico y lo esencial, crítico, articulista, periodista, editor… es - a estas alturas de su vida provechosa - necesariamente, un gran “espigador”.  Como eran sus mayores antecesores  – y los nuestros – que sabían rebuscar, espigar obras y escritos anteriores y coetáneos, para crecer personalmente; dejando atrás , sin dejarlo, lo que recibía para seguir adelante; aprovechando todas las espigas escondidas y olvidadas, recopiladoras de todas las riquezas escondidas en los rastrojos más modestos y aparentemente insignificantes. 

 Hablando de Félix Maraña, podríamos escribir esta precesión retórica:                              ¡Cuantas bocas hambrientas...(1)

                                                                         han dejado de serlo!

(1.- la precesión - lo que se deja incompleto, pero que se sobreentiende muy bien -  es: “gracias a que Félix ha sido, y sigue siendo, un gran "espigador").

  Félix Maraña nos precede, nos antecede, nos supera; e incluso parece haber nacido antes, sin ser tan viejo; pero sí sabio. 

Tengo muchas ganas de “espigar “ sus “sonetos y soñetos” anunciados,  para admirar ese Bosque de árboles no repetidos. Sin duda, irrepetibles.

Me dice Félix que aparezco yo en “su bosque” y me da alegría; y es un honor de amigo. Espero que un servidor sea, o aparezca,  a la sombre de un árbol no repetido. Grande o pequeño; pero irrepetible. Un "silvar del Priorato", por ejemplo.  

 

                                                    agf/mayo2mil23 


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