LA CASETA DEL CAMINERO Y GUARDA

 "LA CASETA DEL CAMINERO"

Las casetas de los camineros fueron diseñadas con una misma pauta, en alzada y plano interior de vivienda, de una forma generalizada. La actual caseta que tenemos en la explanada del Monasterio sigue todas las pautas oficiales al pie de la letra.

La construcción de las casetas para los camineros comenzó en nuestro país en el siglo XVIII, con un doble objetivo: establecer su residencia en el espacio más cercano a su zona de trabajo, y facilitar el auxilio a los viajeros en caso necesario.




Tanto la figura del caminero como esa construcción de su alojamiento se ordenó en el siglo XIX. El Real Decreto de 25 de junio de 1852 detalló que debían proyectarse para dos camineros (casillas dobles) y ser de construcción económica, con un modelo oficial generalizado.
A finales del siglo XIX se decidió que los camineros debían residir en casillas aisladas y no en las poblaciones, para evitar compadreos y amistades con personas a las que probablemente tuvieran que denunciar en alguna ocasión. Se conocen casos en los que el caminero optaba por vivir solo en la casilla, teniendo a la familia en la población más próxima.

Algo parecido a esto debió suceder en esta zona; y más concretamente en esta carretera local entre Mansilla de las Mulas y Mellanzos, y así sucedió por muchos años en la caseta del caminero al lado del Priorato, que luego llegó a ser caseta del guarda del Monasterio.


"Guardia Jurado rural":
(caminero)



El caminero, además de sus labor de mantenimiento físico de los caminos, se convertía en en un guarda-jurado rural.
Esta carretera recorría - y recorre - algunos andurriales solitarios y en cierto modo peligrosos; por la misma naturaleza y por las, a menudo lamentables, ocurrencias y comportamientos humanos. Por ello se recurría a nombrar en los pueblos, por parte del Concejo, a los denominados "cuidadores rurales", que también velaban por la caza y la pesca; y por fin, de paso, por la buena convivencia de la fauna humana.



Así se demuestra en un "Acta del concejo de San Miguel y Valdabasta, del año 1939", que se puede leer en el sabroso documento que hemos recuperado, y que aprueba la figura de "Guardia Jurado de la Sociedad Venatoria"...




A mediados del siglo XX estas casetas de caminero fueron desapareciendo, si bien algunas se salvaron, por estar en la red estatal, o por estar al lado de lugares o monumentos importantes, que necesitaban estos cuidados. Algunas de estas casetas supervivientes se conservaron como almacenes auxiliares de material, y otras han sido enajenadas a terceros o tienen otros usos alejados de la conservación de las carreteras.
Así debió pasar en San Miguel de Escalada, y nuestra "caseta del caminero".



En la foto aparece Heraclio (el luchador Aquio), que viniendo de arar de tierras del Encinal se paraba a charlar un rato con Máxima, la caminera...

Hoy esa caseta está ocupada por una taquilla para las entradas al Priorato; algunas veces se convierte en sacristía, para alguna ceremonia; su estructura es exacta de, en alzada y plano a las casetas de camineros; fue ocupada en algún tiempo por una familia de camineros, y luego guardas del Priorato; y hoy es un verdadero estorbo para la vista y admiración de nuestra joya; guarda restos descuidados y descatalogados de algunos elementos arquitectónicos dignos de ser expuestos y cuidados...

Y lo más importante: en el espacio que torpemente ocupa tenemos ahora un vacío que no nos merecemos; ni Nuestra Virgen de Escalada ni nosotros, los donantes de la réplica de su imagen, que tenemos terminada y ofrecida desde el año 2016...







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