AMOR AMORIS, AMORES LATINOS

 AMORES LATINOS



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A) HORACIO, amor natural…

En la Oda I 22, afirma el carácter inviolable y sacrosanto del enamorado, y expone su amor incondicional por Lálage, un amor que supera inconvenientes y distancias.

pone me pigris ubi nulla campis
arbor aestiva recreatur aura,
quod latus mundi nebulae malusque
Iuppiter urget,
pone sub curru nimium propinqui
solis, in terra domibus negata:
dulce ridentem Lalagen amabo,
dulce loquentem.

(carm. I 22, 17-24)
Ponme en los vacíos campos,
donde ningún árbol es refrescado por la brisa estival,
en el confín del mundo
que las nieblas y un intempestivo Júpiter azotan;
ponme bajo el carro cercano al sol
- demasiado cercano -
en una tierra no habitada.
Y yo amaré la dulce risa de Lálage,
y su dulce habla.

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B)  OVIDIO, un amor “de narices”…




Ut stetit ante oculos posito velamine nostros,
in toto nusquam corpore menda fuit.

(Hacía calor y el día había cumplido medio tramo. Eché en mitad del lecho a descansar mis miembros. Estaba una hoja de la ventana una hoja abierta; la otra cerrada […] De pronto, cubierta con túnica suelta, llega Corina, rodeando su cuello con dos crenchas (rayas que dividen en dos su negro pelo).
Cuando, dejando su vestidura,
ante mis ojos estuvo,
no hubo en todo su cuerpo,
ni en sitio alguno, defectos.
(…)
No vi nada que no fuera elogiable, y
desnuda la apreté contra mi cuerpo.
¿Quién desconoce el resto? Fatigados
los dos nos entregamos al reposo.
(Ovidio, Amores, 1, 5).
V, completo:
Era el estío; el día brillaba en la mitad de su carrera, y me tendí en el lecho buscando reposar de mis fatigas. La ventana de mi dormitorio, medio abierta, dejaba penetrar una claridad semejante a la que reina en las opacas selvas, o como luce el crepúsculo cuando Febo desaparece del cielo, o la noche ha transcurrido sin presentarse el sol todavía; luz tenue que conviene a las muchachas, pudorosas, cuya timidez busca los sitios retirados. De pronto llega Corina con la, túnica suelta, cubriendo con sus cabellos por ambos lados la marmórea garganta, cual se dice que la hermosa Semíramis se acercaba al tálamo nupcial, y Lais acogía a sus innumerables pretendientes. Le quité la túnica, cuya transparencia apenas ocultaba ninguno de sus encantos; pero ella pugnó por conservarla, aunque con la flojedad de la que ansía la victoria, y se aviene de buen grado a caer vencida. Así que apareció a mis ojos enteramente desnuda, confieso que no vi en todo su cuerpo el más mínimo lunar. ¡Qué espalda!, ¡qué brazos pude ver y tocar!, ¡qué lindos pechos oprimieron con avidez mis manos! Bajo su seno delicioso, ¡qué vientre tan recogido!, ¡qué talle tan arrogante y esbelto!, ¡qué pierna tan juvenil y bien formada! ¿A qué particularizar sus atractivos? Cuanto vi en ella merecía fervorosas alabanzas, y oprimí contra el mío su desnudo cuerpo. ¿Quién no adivina lo demás? Por fin, agotados, nos entregamos los dos al descanso. ¡Ay!, ojalá consiga saborear muchos mediodías semejantes.

Publio OVIDIO Nasón (43 a.C.-17 d.C.):

1.-
"Todo amante es soldado. Cupido tiene sus reales.
Créeme, Ático, todo amante es un soldado.
La edad apta para la guerra
es la que conviene a Venus.
...
Ame, pues, el que no quiera
consumirse en la desidia."
*** (Amores 1, IX)
2.-
"El amor es un niño desnudo...
sus años desconocen la maldad, desecha
las vestiduras,
y quiere revelarse cual es: desnudo..."
*** (Idem, X )
3.-
(escribe el amante en la tablilla de cera un mensaje a la amada):
"vivo en la esperanza de obtener
una de tus noches"...
(y espera, de vuelta la tablilla)
"Qué necesidad hay de rendir los dedos,
manejando el estilete?
Que en toda la tablilla
solo aparezca el estilete
esta palabra: ¡Ven!"
*** (idem, XI)

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C) VIRGILIO, épico…

“Arma virumque cano…” 

Canto a las armas, a los hombres y a sus gestas…
Ese parece ser el principal propósito de Virgilio, al escribir La Eneida.
Pero también canta al amor. Aunque sea a los amores imposibles, como en el Libro IV:
Dido: un amor imposible.
Dido, abandonada, irritada, profetiza…
spero equidem mediis, si quid pia numina possunt,
supplicia hausurum scopulis et nomine Dido
saepe uocaturum. sequar atris ignibus absens
et, cum frigida mors anima seduxerit artus,
omnibus umbra locis adero. dabis, improbe,
poenas.audiam et haec Manis ueniet mihi fama sub imos…

… Espero confiada, si algo pueden las divinidades piadosas,
que hallarás suplicio entre los peñascos;
y que repetirás entonces el nombre de Dido.
De lejos te perseguiré con negras llamas
y, cuando la fría muerte prive a estos mis miembros de la vida,
seré sombra a tu lado en todas partes.
Pagarás tu culpa, malvado. Lo sabré
y esta noticia me llegará hasta los Manes profundos.»

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D) CATULO
Amor, odio, sensualidad y sexo…

Lesbia mi dicit semper male nec tacet umquam
de me: Lesbia me dispeream nisi amat.
Quo signo? Quia sunt totidem mea: Deprecor
assidue, verum dispeream, nisi amo.

Lesbia continuamente me maldice,
mas no deja de hablar de mí jamás:
¡que me muera, si Lesbia no me quiere!
¿La prueba?, que yo hago tres cuartos de lo mismo:
la insulto sin cesar;
pero, si no la quiero, que me muera.


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