¿Es Nuestra Virgen Santa María de Escalada la Virgen de la Reguera?

 

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¿Es Nuestra Virgen Santa María de Escalada 
la Virgen de la Reguera?

Sería una cuestión digna de debatir y de clarificar. Y tal vez necesaria. Pero nos tememos que no hay suficientes datos bien documentados, ni existen indicios físicos realmente demostrados que nos saquen de las dudas. Tan solo existen teorías, hipótesis y elucubraciones. Pasa eso mismo con la teórica existencia de un puente sobre el Esla en el tramo del río que hay a la altura del mismísimo Priorato.

Ambas cosas - ermita de una Virgen de La Reguera, y puente sobre el Esla - están en parecidas nebulosas, y sobre todo mezcladas (las dos) por tradiciones, mitos y leyendas. Y la verdad es que ambas van bien relacionadas; y, en sus tiempos, unidas. 
      

1.




Refiere la tradición que San Gonzalo, siendo criado del monasterio de Escalada, salía del claustro todas las noches, y cruzaba el Esla con dirección á la Reguera sobre la orilla opuesta, donde se alzaba una pequeña emita que llamaban de Santa María de Escalada, cuya tosca escultura, muy antigua,  subsiste (¿?), y andando el tiempo se llamó del Rosario .

Largas horas durante la noche pasaba el santo en oración delante de la sagrada imagen,  después de haber encendido la lámpara que alumbraba la ermita .  Los demás monjes criticaban al criado de diversas difamatorias, por lo que el  Prior le espió; y una de las noches quedó maravillado, al ver que el Santo tendía en el Esla su capa que le servía de barca, y cruzaba el río, sin esfuerzo y sin mojarse… Entonces lo hubo de decir: “Tú eres el amo  yo soy tu criado . Amado de Dios y de los hombres, será tu memoria en bendición”.

 Murió Gonzalo, como había vivido, en olor de santidad.

El Prior, quizá D. Ponce (en Agosto de 1176), recogió  el cuerpo del santo fámulo; y con gran veneración lo enterró á los pies de un altar. Algo después, los huesos aromatizados fueron metidos en una arquilla de madera, y ésta en una urna de piedra.

“Efectivamente,  hay en esta segunda iglesia (parroquial) un cuerpo tenido por santo, según la antiquísima tradición y devoción de aquella tierra, llamado  San Gonzalo . No hay memoria de quien haya sido ; pero en un arco antiguo de pedernal, donde están sus huesos, en una arca de ciprés está figurado como de canónigo reglar ; pintura vieja y casi deshecha “.

 Acude toda aquella ribera á pedir el patrocinio de este santo en sus necesidades, y sacándole en rogativas algunos años faltos de agua; y se ha visto diversas veces providente el socorro divino a su invocación en aquel lugar y comarca.

Fuente:

TOMO XXXIII.15/226 BOLETíN DE LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA

  DOLORES CORTAZAR SERANTES


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Nos escribe un amigo oriundo de estas tierras, trasplantado desde hace años a la lejana nación canadiense, y nos aporta algunas imágenes, ciertos comentarios "acertados", y reseñas sobre la existencia de un Caserío de La Reguera, situado en la otra orilla del Esla, mirando desde la altura del Priorato, en terrenos de Villamondrín y/o Quintana (ambos de Rueda).



 Es bueno recordar que ahora en la zona se reconoce como Quintanas, en plural, el mayor pueblo con ese nombre, lo cual es muy significativo. Porque una "quintana" es un pequeño núcleo de población, poco habitado, que se utiliza como caserío de labor, primordialmente de labor.  Por esta ribera hay muchas "quintanas"; y una de esas fue la de La Reguera.





Pero esta "quintana de La Reguera" estuvo también "habitaba" el amor y la devoción a una Virgen, por lo que,  además de cuadras, pajares, almacenes y pequeñas viviendas de los hombres, se levantaba una ermita dedicada a La Virgen María, que era luz y guía para los dos lados del río. Para los paisanos, y para los monjes. Lamentablemente, no quedan ni siquiera los restos de esta ermita. ¿están quizás enterrados?

Y ¿cómo se reunían los paisanos y los clérigos ante la ermita, si no había puente? Las leyendas nos ponen las respuestas colgando historias de milagros que sólo suenan a cuentos, aunque hermosos.





Pero quizás sí existió ese puente, y no se quedó en una capa milagrosa de un santo milagrero. Tal vez las pruebas de ese puente están ahí aún, ahora, aún anegadas en las aguas de nuestro río caudaloso; justo ahí, enfrente del mirador del Priorato, que mira hacia los Payuelos, ese mar verde y jalde que nos embelesa.


 



Nosotros hemos conseguido una Virgen de verdad: Santa María de Escalada - de entonces y de ahora - que nos puede reunir; que nos debe unir en su aquella ermita de La Reguera, y en esta capilla de Santa María, capilla de San Gonzalo y Panteón de los Abades, de nuestro Monasterio.

¡Luchamos por ello: por la ermita, por el puente, y por

La Virgen de Escalada!

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Río Esla:      



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