EL ABRAZO DEL OTRO
Hasta hace bien poco yo tenía un remedio contra la ansiedad: coger mi cabeza entre las manos, meditando; respirar profundamente; espirar con lentitud; y después rodear con fuerza mi cuerpo con mis brazos, abarcando mi pecho, mis costados y mi espalada. Y apretar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Espero tu comentario amable. Me ayudará a mejorar. Gracias.