DISENTIR (Otra de leones)

 DISENTIR

(Otra de leones)

Se puede - y debe - disentir: "no estar de acuerdo". Pero con respeto. El otro día disentía "un servidor" sobre ese nuevo "león que nos han puesto saliendo de una alcantarilla", delante del Consistorio de San Marcelo. Y ha habido otros que disienten de que yo disienta. Lo respeto. Y prometo no volver a mentar al bicho ese.
Hoy voy a hablar de otros leones. Cuatro leones que ahora están en el "Puente de los leones", antes Puente de la Estación.
Sobre el puente, y sobre los leones, han existido diversos puntos de vista, y peripecias, que han demostrado que algunos no estaban de acuerdo. A veces debido a circunstancias físicas, y de mejoras necesarias por el paso del tiempo, implacable. Y a veces por decisiones políticas, no seguidoras de la razón.
El primer puente, el de Eduardo Saavedra, de hierro (como los habituales del ferrocarril), entre 1863-1870, dejó paso a la moda del hormigón, entre 1931 y 1935, que también tuvo fallos estructurales. En los años 60 del siglo XX necesitó una reparación y una remodelación, que como más relevante aportó una nueva balaustrada.
Pero algunos estimaron que faltaba algún símbolo significativo leonés, y se pensó (con buen criterio) en cuatro leones que hicieran guardia en las cuatro esquinas del puente. Y encargaron su obra al taller de escultura de Don Víctor de los Ríos, en 1967.
El primer diseño del maestro escultor, con un criterio de respeto a la historia de León y a la heráldica más auténtica, se basaba en cuatro leones rampantes: con las patas delanteras levantadas, en disposición de atacar. Más fieros. Como se gusta pintar a nuestro león, históricamente.
Y según parece, así fueron hechos los cuatro leones primeros.
Pero hubo gentes varias que "no estaban de acuerdo, y se pusieron a disentir", antes de colocar a las fieras en el puente. Y, como nos cuenta el ayudante y discípulo de Don Víctor de los Ríos, Don José Ajenjo, fue necesario adaptar las esculturas ya hechas, amansando la fiereza de los míticos leones leoneses, hasta dejarlos en "pasantes": en una simple marcha, más bien torpe. Tal como hoy los vemos.
A propósito del escultor Don José Ajenjo: él es el autor de la imagen (réplica) de la escultura de Santa María de Escalada, original del siglo XII que se guarda en el Museo de León; y que hemos conseguido para que regrese a su casa originaria: nuestro Priorato de Escalada. Estamos en ello desde 2012, en que surgió la idea, 2016 en que se terminó la obra; y este año 2020, en el que seguimos con el "disentir" del Priorato y del Obispado de León, y con sus inadmisibles faltas de respeto.
Pero una cosa es segura; e inalterable, por mucho que algunos "disientan": Nuestra Virgen Santa María de Escalada nunca se pondrá de rodillas. Es una Madre-Reina, sentada en su trono, y una verdadera Teotokos: "mostradora de un Niño Dios". ¡¡¡Y está perfectamente hecha!!!


© PRESIDENTE de la Comisión de Donantes Pro-Virgen Santa María de Escalada
*************

Comentarios

Entradas populares