cuando me abruma el peso
de vivir y tomo como agobio
este trabajo, te miro y me sonríes...
me conforta tu poesía silenciosa
y nunca abnegada, ¡nunca!.
leo versos negros
sobre el blanco de tus ojos.
escribes sin manos y sin dedos...
con abrazos, infinitos.
eres mi alivio.
eres mi alivio.
...
y tú me dices: ¡cállate, bobo!
(agf/13.02.2mil15)
Si, hay otras maneras de escribir versos sin escribirlos, pero solo alguién con sensibilidad será la capaz de reconocerlo.
ResponderEliminary cómo lo sabemos, Feli!!!
Eliminar