la murria es un atraso mínimo

Miro los días y veo a los niños crecer cuando salen del colegio
Los relojes se vuelven melancólicos.
(E. Marcos Oteruelo)

.

He de llevar mi reloj al relojero. Atrasa
melancolía.
El médico del tiempo me mira,
con un ojo de cristal colgado de su ceja. Y dice:
"No es preocupante: pasa... y no a menudo. Yo también
fui niño, y crecía,
cuando iba a "la escuela". No había colegios
todavía".
Eso es crecer, eso es hacer tic tac, [mas, no amenaza] , Eugenio. Eso
es latir.             Vivir...
                        "Son siete euros", - me dice el relojero.

(agf/13.02.2mil15) 



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