
...Si cojo todo el cielo,
aunque todos lo cojan, seré yo solo Apolo.
(La frente pensativa- Juan Ramón Jiménez)
El dios del hombre no existía
hasta que vine el hombre. Incluso:
el hombre no existía hasta que vino
el verbo.
El verbo bello, la palabra clara,
que un día nos creó
y nos sacó de la nada.
"Hagamos al hombre.. " - dijo Dios. Pero Dios estaba ciego.
Se deshizo la nada,
se quemaron todos los secretos...
y quedó la cernada,
bailando
en el aire, como un velo.
Quiso el dios de los hombres ofrecerles el cielo;
y quiso el hombre, en su egoismo, robar el cielo a los demás.
Huyendo de los hados,
esa divina fuerza maldita
desconocida...
lanzó al hombre a las estrellas.
Y el hombre, engredido,
orgulloso,
se sintió Apolo petulante.
"Haré un dios a mi medida..." - pensó, y dijo, el hombre, en su pecado.
Y el hombre se estrelló.
(ag/26.11.2mil11)
###
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Espero tu comentario amable. Me ayudará a mejorar. Gracias.