La coronación del Emperador Alfonso VII


Ayer, domingo 27 de septiembre de 2009, se representó en León una ceremonia histórica: la coronación como Emperador del rey leonés Alfonso VII. No sé si la recreación ha sido exitosa porque no la pude ver físicamente. Sólo la he seguido por la prensa. Y por la prensa digital en vídeo (un cachín). Tampoco puedo enjuiciar si la representación ha sido respetuosa con los hechos históricos, y los detalles de estos actos: personajes, ropajes, ceremonias, liturgias, músicas, juegos...

Aunque no coincide exactamente en el tiempo, voy a recomponer, mínimamente, primero con detalles documentales una aproximación a la corte leonesa, de la mano experta y concienzuda de Sánchez Albornoz; respetando, sobre todo, sus notas. Y luego una composición de fotos y de música, "a mi manera":


LA CORTE EN LEÓN
(ESTAMPAS DE LA VIDA EN LEÓN DURANTE EL SIGLO X)
Claudio Sánchez Albornoz

En el atrio de Santa María aguardan a la corte obispos, condes y magnates, con los clérigos, infanzones y escuderos de sus séquitos. Allí están, vestidos con túnicas abotonadas o adorras y cubiertos con mantos ferucíes o barraganes, Ilderedo, titulado obispo de Segovia; Dulcidio, de Zamora; Oveco, de Oviedo; y Salomón de Astorga. Llevan algupas y mobatanas forradas de pieles conelinas (de conejo) o alfaneques (de comadreja), Hermenegildo, obispo de Santiago, su homónimo de Lugo y Arias de Mondoñedo. Y se cubren con túnicas pintellas y con ropones llamados feiraches en las tierras del Miño: Gundesindo, prelado de Coimbra; Dulcidio, de Viseo; Baltario, de Tuy; Rudesindo, de San Martín de Dumio, y Ornato de Lamego (98). Todos se tocan con la capucha picuda que llevan de ordinario (99) y se apoyan en báculos de regatones aguzados y de sencillos puños en forma de tau, de cayada o de bola (100)...

98 Todos los obispos citados figuran como concurrentes a la asamblea a que me vengo refiriendo en el diploma de Odoino. Los cubro con las diversas formas de túnicas y de mantos que se citan en los documentos y con las que se representa a los prelados en las iluminaciones del Vigilano y del Emilianense, y en diversos Beatos a personas, a lo que parece, del estado eclesiástico. En el Vigilano los obispos visten de ordinario túnicas largas y estrechas y mantos terciados sobre el hombro (es rara la miniatura en que no figura un prelado vestido de este modo), que a veces cubren parcialmente con la casulla en forma de capa... Y en los Beatos con prendas que, diferenciadas en su representación, como lo están en conjunto sus miniaturas de las iluminaciones de los citados códices riojanos, son esencialmente las mismas que hallamos en éstos.
Es obvio advertir que ignoro si coincidirán los nombres que recibían en la época los mantos, túnicas, capas y ropones reproducidos en los manuscritos mencionados con los que, tomados de las escrituras contemporáneas, empleo para designar tales prendas en el texto. Véanse las voces adorra, algupa, pintella, ferucí, barragán, feiraches, mobatana y capa en el Apénd. III.

99 En el Vigilano y en el Emilianense es esta capucha picuda la prenda característica que, usada por los obispos con toda clase de túnicas y mantos, los distingue de reyes, de magnates y de simples clérigos.

100 Hallamos báculos en forma de Tau en el Vigilano (fols. 35, 120 v.°, 180 v.° y 344), en Emilianense (fols. 56, 59, 64, 67, 70, 81 v.°, 83 v.°, 85 v.°, 100 v.°, 105, 109, 112 v.°, 117 v.°, 119 v.° y 392), y en el Antifonario de León. Con báculos de cayada se representa a los obispos en el Vigilano (fols. 339 y 344) y en el Emilianense (fols. 31 v.°, 40, 81 v.° y 392). Y se reproducen báculos con puño en forma de bola en el Vigilano (fols. 102 y 344); y en el Emilianense (fols. 54, 56, 59 v.°, 64, 67, 73 v.°, 81 v.°, 83 v.°, 85 v.°, 95, 100 v.°, 101 v.°, 104, 105, 127 v.° y 392 v.°).




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