AL CRISTO EXPIRANTE
Escultura especial en marfil, expuesta en el Museo del Camino, en el Palacio Episcopal de Astorga, de Gaudí.
Míralo aquí,
expirante… sin cruz:
con su
cabeza levantada,
boca
abierta, arcos sobre sus cejas elevados,
estrecha la
frente ,
pectorales
levantados, vientre hundido
y piernas tersas.
Cumpliendo
las Escrituras, dijo “¡Tengo sed!”
"Y se quedó
sin brazos de tanto amarnos…"
¡Todo está
consumado! Consummatum est!
¡E
inclinando la cabeza, entregó su espíritu!
Pero sus
brazos quedaron en la cruz.
Ahora nos
pide renacer, vivir de nuevo;
y que le
prestemos nuestros brazos…
A Él,
y a todos los demás.
(agf/2024)
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