Periodo, periodismo y “periodísimo”

 

Periodo, periodismo y “periodísimo”.

Permítanme ustedes que hoy sea, a mi modo, un “periodista”. En el sentido de buscar algo (lo esencial) que tarda en volver al estado del principio. Siempre que el estado original sea lo perfecto será bienvenido.
El “periodo” es un espacio temporal en el que todo dura. Pero sólo lo durable (como puede ser la verdad), mas no lo perdurable que algunos nos predican (como es siempre la mentira).
El “periodo” es ese ciclo del tiempo en el que los fenómenos de una enfermedad recorren su curso. Iniciales, de desarrollo, crecientes, explosivos; y mortales, por fin. Pero antes del inicio existe un periodo menstrual: de menstruación, que se parece mucho a un estado original o de un principio desconocido.
En gramática, el periodo es esa estructura oracional de dos partes: una principal (que significa “de principio”) y otra subordinada. Sobre todo cuando las estructuras son condicionales y /o concesivas.
“Periodus, o perodos”, en latín, es nuestro periodo, pero en el sentido de clausula original (causa de un origen); y puede ser un circuito armonioso de palabras, que se remonta a lo primitivo = “perio”; es decir: “a lo no usado nunca”. Si se comparte con los otros nace el “comperio”, que es el averiguar, el compartir, el saber con certeza; en definitiva el comprender, que es caer en la cuenta.
Yo no soy periodista, según los actuales términos de persona que tiene una actividad profesional que consiste en la obtención, tratamiento, interpretación y difusión de informaciones a través de cualquier medio escrito, oral, visual o gráfico.
Soy, yendo al sentido esencial y original, un “periodísimo”.
(agf/2mil24)
Puede ser un dibujo de traje
Me gusta
Comentar
Compartir

Comentarios

Entradas populares