HOMENAJE A OCTAVIO FERNÁNDEZ ZOTES, IN MEMORIAM



EL JÚBILO

A Octavio Fernández Zotes

(poeta más acá de los años)

Reclamo el valor de la senectud.
No podrás llegar a viejo si no has vivido.
Lo conseguirás,
si eres capaz de "ser dos veces niño".
Hay vida hermosa, y fértil,
más allá de los años
Reivindico la plata de las canas,
el tes(oro) de las cabezas llenas de poesía;
las caricias de los pensamientos puros.
Y celebro el vino de la amistad, amigo...
Todo ello con júbilo.

(agf/24.10.2mil14)

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Sin considerarle viejo, Octavio Fernández Zotes me evoca la rica y placentera idea de la senectud romana. "Senex" es el hombre de muchos años. De muchos vívidos años... vividos. Y es también el "bis pueri senex": el dos veces niño. Y volver a ser niño no es sencillo. Ni siquiera para un buen pediatra, como lo fue Octavio.
La idea primigenia del Senado (antes de ser contaminada por los inevitables "patricios"), era aprovechar la riqueza que dan los años a los "seniores", y tirar de su consejo.
***
Octavio ha sido para mi, y creo que para muchos, un poeta oculto. Oculto, pero no oscuro.
Octavio, más que un poeta obscuro (también en el sentido de oculto), es un poeta denso: espeso, completo... cuajado de íntima espesura. Esa es la diferencia entre "obscuritas" y "densitas": lo que nos da la vida.
Si hubiera un jurado popular, sería primeramente necesario que leyera sus poemas, para reconocer conmigo que no se debe confundir oscuridad con densidad:
1.- "obscuritas" es la oscuridad, la dificultad, la duda, la bajeza de conocimiento; Y NO ES EL CASO, ESTÁ CLARÍSIMO.
2.- "densitas" (de densus) es la densidad, la espesura, la crasitud... "densus" es lo lleno, lo pleno, lo profundo...(los latinos decían "densa silentia": silencio profundo... ) y "crassitudo" vuelve a ser espesura, gordura, consistencia...

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 a Octavio (Fernández Zotes)


se me acaba de escapar
un respingo:                  es un espasmo tímido,
                                    que no llega a ser hipo.

me trae         hasta la boca              un sabor
a la sal mezclada con la risa
       de cuando, siendo niño,         era feliz
                                                               e infeliz
                                 casi en minutos inseparables.



                            es un suspiro
que me devuelve a la niñez;
al "comenzarlo todo", cuando todo lo hacía
sin preguntar
                     por el final.



se me ha escapado, sí; pero de sobra sé
que volverá en minutos
                                   a traerme azúcar,                   mezclada
                                                                     con agua de mar.


es como el resto de un llanto contenido,
truncado por un mimo
de la madre, o de la abuela... que eran dos íntimas secadoras
                                                                      de respingos.


respiro hondo...
lleno de aire nuevo mi pulmón;                                   y sigo.


estoy llegando a ser niño, otra vez.
                                      otra vez niño;
                                      dos veces niño, Octavio.

(agf/08.01.2mil15)    
       

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Algunas fotos (de Paco Fergar Mella), en las que aparezco :




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Otra: (de Alejandro Nemonio)

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Otra más: (de Marcelo MOT): 

La imagen puede contener: 1 persona, interior

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y... 

PILAR, de Octavio:

La imagen puede contener: 2 personas, personas de pie e interior

(foto de Alejandro Nemonio)

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