Animula vagula, blandula,
hospes comesque corporis,
quae nunc abibis in loca;
pallidula, rigida, nudula,
nec, ut soles,
dabis iocos.
(Adriano, a la memoria de Antinoo)
que flotas, errante,
por encima de todo;
vagabunda e incierta;
delicada, dulce, cariñosa;
encantada
con la tierna blandura de la molicie.
Ay, mi almina, chiquirritina,
que te alojas, huesped;
y eres dulce compañera,
confidente de los secretos
de mi cuerpo.
¿A dónde irás, en tu retiro?
¿A qué lugares partirás?
Almina pálida,
marchita;
con la palidez del cuerpo abandonado,
cadavérica y de cera.
Almina yerta y fría;
almina mía , chiquirritina;
desnudina;
abocada
a una vejez prematura.
¿A dónde? ¿A dónde irás?
Allí donde vayas, ni siquiera
te podrás dedicar
a los juegos, ni a las gracias,
ni a las inocentes bromitas,
que compartimos en vida.
Ay, almina mía, chiquirritina.
Mi amado febo, Antinoo,
-que te precedió en su marcha -
estará allí contigo.
Y este cuerpo mío
será, entretanto,
vagabundo, blando,
marchito,
rígido...
abandonádamente solo y desnudo.
© agf/02.02.2mil10
***
Al menos confío que permanezca por siempre viva y respetada LA POESÍA.
###
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Espero tu comentario amable. Me ayudará a mejorar. Gracias.