“FIDES, VIRTUS ET PIETAS”


“FIDES, VIRTUS ET PIETAS”

El lunes pasado me propuse seguir el “debate decisivo” que nos presentan los medios en estos tiempos de campaña electoral. A duras penas; pero aguanté casi entero el empacho. Más que nada por reconocer sobre el terreno esta simulación de realidad.
He de decir que yo he conocido a mejores charlatanes de feria, capaces de venderte peines para calvos en un lote ingente de cosas innecesarias, a precio único e irrisorio. Pero no tan bisoños como los de esta jornada televisiva, la verdad.

El bisoño es inexperto, pero si sólo es falto de experiencia se le puede perdonar. Lo malo es cuando el “poco ducho” se niega a recorrer los pasos necesarios para la formación, y decide (o deciden por él), que está perfectamente preparado para la carrera política. Esa que los romanos llamaban “cursus honorum”, y que tenía una escalera muy larga y un recorrido de servicio abundante y ordenado.
Conviene enumerar, sucintamente, algunos de los peldaños, necesarios: “vigintivirato (una serie de hasta 20 funciones de iniciación, exhaustiva y paciente); tribuno militar (recluta, diríamos hoy); cuestor; edil; tribuno de la plebe; pretor; cónsul; censor; senador… dictador. Todos estos tramos de experiencia brillan en nuestros actuales servidores públicos, (o aspirantes), por su ausencia. Eso es lo que demuestran cada día. Y los que vienen, más.
En ese “cursus honorum” de los romanos había una ristra de virtudes políticas, que quiero resumir en tres: “fides, virtus, et pietas”. Repasemos si “los bisoños del debate decisivo” las tienen, y en qué grado. Sin ser exhaustivos, citaremos algunas características esenciales:
- “Virtus” : virtud, valor “divino”, perfección, probidad, valentía, coraje; fuerza en una expresión, talento del orador…
- “Fides”: fidelidad, confianza, promesa, seguridad; cumplir con la palabra, ser formal, hablar de veras, probidad (de nuevo…).
- “Pietas”: piedad, amor a Dios, respeto (a los padres, a los mayores, a los amigos…), veneración, bondad, indulgencia, justicia del cielo…
Repasando, repasando, veo pocas cimas alcanzadas; primordialmente debido a la bisoñez, por falta de recorrido en la experiencia. Y también por falta del sentido común, que sigue siendo el menos común de los sentidos.
Resumiendo: yo, en esto de las elecciones, estoy con la madre de Begoña Abad. Ella sí que tiene mucho de las tres virtudes romanas. Sobre todo de la piedad…

ELECCIONES

Mi madre no entiende de política
y me pregunta, preocupada,
¿qué hay que votar?
Ella, explica sencillamente,
quiere votar para que los ricos
no roben a los pobres para hacerse más ricos;
votar para que nadie pase hambre,
ni tenga que aceptar un trabajo como esclavo.
Para que no vuelva lo de antes, eso dice.

("A la izquierda del padre")

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