Escalada: luces y SOMBRAS.

En este "año de Escalada", por su MC ANIVERSARIO, (casi) todo han sido luces. Casi. Luces de homenajes, desde diversos ámbitos. No todos los necesarios; y mucho menos ¡¡¡no todos los merecidos!!! Pero, incluso en las luces, han habido sombras. Muchas. Demasiadas. Y es que han sobrado algún farol, y más de un faroler@...
Ahora que se apagan las luces... Ahora que "nos las apagan", digo... ( O al menos pretenden que se apaguen) ... Las pocas luces que nos han dejado lucir... Volvemos a las sombras. A las habituales sombras de Escalada. Y es que, aunque en Escalada a veces encontramos hasta sombras cuajadas de belleza, estas sombras habituales de ahora no lo son. Las sombras de hoy son sombras feas. 
Raspaduras que arañan lo más suave de la piel milenaria de esta joya leonesa. Heridas de la ignorancia, que casi siempre es un gran desamor. ¿Quién o quiénes son los responsables de este desamor, firmado en las paredes de Escalada? Ingenuamente, podríamos decir que son "David", o "Ana"... o "Miguel (julio del 2012"... o "yo estuve aquí... antes-de-ayer"... Pero, no. No son culpables estos desalmados (¡¡¡faltos de alma!!!). Y hay que perdonarlos, porque no saben lo que hacen. Eso es lo que tiene la ignorancia.
Mas, deben existir "responsables con alma", digo yo. Responsables de que estas cosas no sucedan. O que al menos no se vuelvan a repetir. Porque un día de estos la ignorancia, huérfana del sentido de la belleza y del respeto, nos afeará definitivamente a todos.

 Seamos prácticos de una vez. Que los responsables necesarios sean prácticos de una vez; y pongan vallas a nuestras iglesias de Escalada, y a todo su recinto sagrado. Sagrado, no lo digo por la fe de algunos, sino sagrado por la belleza que todos los amantes de la belleza profesamos, y queremos seguir profesando por los siglos de los siglos. Que nos pongan las vallas suficientes - sin concertinas hirientes, claro está - para que la "barbaridad" no vuelva a atacar esta belleza material. También deberían los responsables necesarios saber vigilar a diario otras bellezas íntimas... 
Pero eso es otro cantar... ¿O es el mismo cantar?

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