pasión, agonía y muerte...



1.- Ante una situación irreversible
(02 de enero de 2013)

Umbrío por la pena, casi bruno,
porque la pena tizna cuando estalla,
donde yo no me hallo no se halla
hombre más apenado que ninguno.

Sobre la pena duermo solo y uno,
pena en mi paz y pena en mi batalla,
perro que ni me deja ni se calla,
siempre a su dueño fiel, pero importuno.

Cardos y penas llevo por corona,
cardos y penas siembran sus leopardos
y no me dejan bueno hueso alguno.

No podrá con la pena mi persona
rodeada de penas y de cardos:
¡cuánto penar para morirse uno!

(Soneto de Miguel Hernández)




2.- Agonía
(09 de enero de 2013)



- "¿Este hombre, está solo?"
La pregunta duele.
La enfermera me pincha el corazón,
y no me sangra nada por los poros. 
- "Él es mi suegro. 
                           Vengo cuando puedo..."
El enfermo está ebrio
de agonía: de agotamiento,
de lucha, de trance, de expiración, de desenlace...
- "Sí, está solo. 
Pero este momento es del hombre solo,
del hombre en soledad; 
por más que uno no quiera... 
Aunque le ponga mi mano en su mano arrugada;
aunque le acaricie la frente
para espantar la fiebre; 
aunque llame al capellán para que le unte de valor,
y de paz... en esta hora."
En esta hora,
que parece postrera,
la espiración se entrecorta;
y el cuerpo, débil, espira a muerte...
... se vuelve expiración. 
- Oh, qué hedor humano... tan inhumano, 
antes de volver a la tierra.
Y cómo cuesta; 
"cuánto penar para morirse uno..."
Qué distinto momento,
al nacer: 
al infundir espíritu, al animar,
al escuchar el llanto que es preludio de vida...
                                           Ahora... 
                                                       ni se llora siquiera.



(11 de enero de 2013) 



3.- Reflexión personal :  el "Testamento vital"
(14 de enero de 2013)

Hoy, tras el asumido desenlace, y desde la humana resignación apoyada por nuestras creencias, estaría dispuesto a formular para mí, y para los seres más queridos que me rodean:

El llamado "testamento vital"; o mejor: la declaración de voluntades anticipadas:

Yo _______________________con D.N.I. _________,  mayor de edad, con domicilio en ________ 
En plenitud de mis facultades, libremente y tras una adecuada reflexión, declaro: Que no deseo para mí una vida dependiente en la que necesite la ayuda de otras personas para realizar las "actividades básicas de la vida diaria", tales como bañarme, vestirme, usar el servicio, caminar y alimentarme.

Que si llego a una situación en la que no sea capaz de expresarme personalmente sobre los cuidados y el tratamiento de mi salud a consecuencia de un padecimiento (tales como daño cerebral, demencias, tumores, enfermedades crónicas o degenerativas, estados vegetativos, accidentes cerebro-vasculares o cualquier otro padecimiento grave e irreversible) que me haga dependiente de los demás de forma irreversible y me impida manifestar mi voluntad clara e inequívoca de no vivir en esas circunstancias, para poder morir con dignidad, mis instrucciones previas son las siguientes:
1. Limitación del esfuerzo terapéutico: no deseo que se prolongue mi vida por medios artificiales, tales como técnicas de soporte vital, fluidos intravenosos, fármacos (incluidos los antibióticos) o alimentación artificial (sonda nasogástrica).
2. Cuidados Paliativos: solicito unos cuidados adecuados al final de la vida, que se me administren los fármacos que palíen mi sufrimiento, especialmente –aún en el caso de que pueda acortar mi vida- la sedación terminal, y se me permita morir en paz.
3. Si para entonces la legislación regula el derecho a morir con dignidad mediante eutanasia activa, es mi voluntad evitar todo tipo de sufrimiento y morir de forma rápida e indolora de acuerdo con la lex artis ad hoc.
De acuerdo con la Ley, designo como Representante a __ / Tres testigos (en su caso) __ Firmas de todos ellos y el signatario.

(Modelo de la Asociación Federal Derecho a Morir Dignamente)



                  (agf/enero 2mil13)

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