esas ruinas que ves...
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Al borde de la carretera LE-213 tenemos "estas ruinas que ves":
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San Pedro de Eslonza
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Las ruinas que podemos contemplar son las del edificio reconstruido en el siglo XVI, por el maestro Juan de Badajoz, "El Mozo", sucedido por Juan López de Rojas y Juan del Ribero, a los que se les atribuye la obra del claustro. La iglesia fue terminada por Fray Pedro Martínez de Cardeña, arquitecto benedictino; y consagrada en 1719. ( Fuente: Arquitectura monumental en la provincia de León/Colegio Oficial de Arquitectos de Leon y Diputación provincial, 1992)
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A grandes rasgos:
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En la privincia de León, en España, se encontraba el monasterio de San Pedro de Eslonza, el segundo monasterio más importante de la provincia de León, después del de San Benito de Sahagún.
Estuvo emplazado en el alfoz de León, término concejil de Santa Olaja de Eslonza, municipio de Gradefes, a 17 kilómetros de la ciudad de León, entre los ríos Esla y Porma. Así nos situa Don Aurelio Calvo al magnifico monasterio benedictino. Fundado en el año 912 por el rey García y más tarde destruido por el moro Almanzor en el año 988, sería reedificado por la Infanta Doña Urraca ya en el año 1099. Doña Urraca daría al monasterio de Eslonza numerosas donaciones.
La vida del cenobio transcurrió sin mayores contratiempos. En el siglo XVI se emprendió una reforma de el edificio monacal, en ruinoso estado. Se comenzarian las obras que dotarian al convento de tres portadas renacentistas y un amplio claustro, participando en la construcción Juan de Badajoz y fray Pedro Marinez, monje de Cardeña. Durarían estas obras hasta el siglo XVIII.
Podriamos citar la presencia en este monasterio de dos de los ilustrados españoles más famosos, Gaspar Melchor de Jovellanos y el Padre Benito Feijoo. Jovellanos ejercería durante algún tiempo cargo de pasante en el citado monasterio.
Digna de mención es el arca de plata que contiene las reliquias de San Adrián y de su esposa Santa Natalia. Mide esta 40 centímetros y es de madera forrada por una chapa fuerte de plata cincelada y en ella se contienen escenas de la vida de los santos mártires. Se encuentra actualmente en el monasterio de las Carvajalas de León. La desamortización de Mendizábal del año 1836 asestó un duro golpe a la vida del monasterio de Eslonza. Fue vendido en pública subasta por 40.000 reales. Pasaría de mano en mano y vendido pieza a pieza, sufriendo saqueos constantes y la pérdida de su patrimonio artístico.
La salvación de los restos llegó con Don Luis Almarcha, obispo de León, quién edificaría, ya en el siglo XX, la iglesia de San Juan y San Pedro de Renueva. Las portadas del monasterio de Eslonza, así como otros restos, pasarían a formar parte de la nueva construcción, salvandose de este modo de perderse y poder contemplarse hoy día.
Los objetos de culto se desperdigarían por los pueblos de la zona. Han de resaltarse cuadros de discípulos de Velázquez y objetos de culto, como retablos, púlpito, sillería del coro, etc, además de el reloj y las campanas de la torre. El retablo central, el reloj, las campanas, el púlpito y el coro se encuentran en el pueblo de Villamañán, donde pueden ser contemplados.
En la privincia de León, en España, se encontraba el monasterio de San Pedro de Eslonza, el segundo monasterio más importante de la provincia de León, después del de San Benito de Sahagún.
Estuvo emplazado en el alfoz de León, término concejil de Santa Olaja de Eslonza, municipio de Gradefes, a 17 kilómetros de la ciudad de León, entre los ríos Esla y Porma. Así nos situa Don Aurelio Calvo al magnifico monasterio benedictino. Fundado en el año 912 por el rey García y más tarde destruido por el moro Almanzor en el año 988, sería reedificado por la Infanta Doña Urraca ya en el año 1099. Doña Urraca daría al monasterio de Eslonza numerosas donaciones.
La vida del cenobio transcurrió sin mayores contratiempos. En el siglo XVI se emprendió una reforma de el edificio monacal, en ruinoso estado. Se comenzarian las obras que dotarian al convento de tres portadas renacentistas y un amplio claustro, participando en la construcción Juan de Badajoz y fray Pedro Marinez, monje de Cardeña. Durarían estas obras hasta el siglo XVIII.
Podriamos citar la presencia en este monasterio de dos de los ilustrados españoles más famosos, Gaspar Melchor de Jovellanos y el Padre Benito Feijoo. Jovellanos ejercería durante algún tiempo cargo de pasante en el citado monasterio.
Digna de mención es el arca de plata que contiene las reliquias de San Adrián y de su esposa Santa Natalia. Mide esta 40 centímetros y es de madera forrada por una chapa fuerte de plata cincelada y en ella se contienen escenas de la vida de los santos mártires. Se encuentra actualmente en el monasterio de las Carvajalas de León. La desamortización de Mendizábal del año 1836 asestó un duro golpe a la vida del monasterio de Eslonza. Fue vendido en pública subasta por 40.000 reales. Pasaría de mano en mano y vendido pieza a pieza, sufriendo saqueos constantes y la pérdida de su patrimonio artístico.
La salvación de los restos llegó con Don Luis Almarcha, obispo de León, quién edificaría, ya en el siglo XX, la iglesia de San Juan y San Pedro de Renueva. Las portadas del monasterio de Eslonza, así como otros restos, pasarían a formar parte de la nueva construcción, salvandose de este modo de perderse y poder contemplarse hoy día.
Los objetos de culto se desperdigarían por los pueblos de la zona. Han de resaltarse cuadros de discípulos de Velázquez y objetos de culto, como retablos, púlpito, sillería del coro, etc, además de el reloj y las campanas de la torre. El retablo central, el reloj, las campanas, el púlpito y el coro se encuentran en el pueblo de Villamañán, donde pueden ser contemplados.
(Obtenido de http://es.wikipedia.org/wiki/Monasterio_de_San_Pedro_de_Eslonza )
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Los vaivenes y una copla maliciosa:
Los vaivenes y una copla maliciosa:
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El monasterio de San Pedro de Eslonza, cuyas ruinas aún pueden contemplarse en Santa Olaja de Eslonza, está aguas abajo del Esla; pero fuera de su cauce. Está cabe de un riachuelo casi desconocido, que ni siquiera lleva sus aguas directas , y raquíticas, al Esla; pues las lleva al Porma, por debajo del puente que pasan los peregrinos en Villarente. Este riacho, el Moro, sabe toda su historia. Su larga y en algunos momentos tormentosa historia deparó toda suerte de vaivenes, con los comentarios que, a la larga, fueron inevitables. Así es como Jovellanos, por ejemplo, cuando estuvo en el monasterio de Eslonza en 1795, cuenta que oyó cantar una copla maliciosa que contiene los nombres de los lugarcillos vecinos, a una y otra mano del pueblo. Ésta: "Santaolaya y Villarbún, Mellanzos y Palazuelos hacen los hijos a medias con los frailes de San Pedro"
El monasterio de San Pedro de Eslonza, cuyas ruinas aún pueden contemplarse en Santa Olaja de Eslonza, está aguas abajo del Esla; pero fuera de su cauce. Está cabe de un riachuelo casi desconocido, que ni siquiera lleva sus aguas directas , y raquíticas, al Esla; pues las lleva al Porma, por debajo del puente que pasan los peregrinos en Villarente. Este riacho, el Moro, sabe toda su historia. Su larga y en algunos momentos tormentosa historia deparó toda suerte de vaivenes, con los comentarios que, a la larga, fueron inevitables. Así es como Jovellanos, por ejemplo, cuando estuvo en el monasterio de Eslonza en 1795, cuenta que oyó cantar una copla maliciosa que contiene los nombres de los lugarcillos vecinos, a una y otra mano del pueblo. Ésta: "Santaolaya y Villarbún, Mellanzos y Palazuelos hacen los hijos a medias con los frailes de San Pedro"
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¿Qué se puede hacer?:
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Ya no es mucho lo que se podría hacer con los restos que quedan; más bien adecentar, consolidad, iluminar de manera adecuada, documentar, colocar paneles... lo que ahora llaman «poner en valor» un lugar que fue considerado como el monasterio más importante de la provincia después del de San Benito de Sahagún, que entre sus moradores tuvo personajes tan ilustres como Gaspar Melchor de Jovellanos y el padre Benito Feijoo.
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