OTOÑO: DOMINA EL AMARILLO.
El sol se acuesta
en la chepa caliente
y suave
de occidente;
y nos deja en la huerta,
cual besos amarillos,
cien membrillos
en el difuminado límite
que se orienta
al saliente.

Al sur, las parras,
embriagadas de soles,
a medias desvestidas de ocre y oro,
esconden
y gotean
el regalo de Dionisio,
en lágrimas sólidas,
todavía...
.

En la alacena
del hogar tíbio,
la dulce miel
guarda el sexo de las flores:
oro libado,
y pingado
beso,
sensual y sensitivo.
.

El fuego en el humero,
se reaviva;
brilla
la noche en el salón,
en destellos de membrillo,
uvas,
miel,
y sereno espíritu.
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...
Cuando termine la sonata de Vivaldi que suena de fondo,
te invito a ver un vídeo:
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