De cómo ¿Comment allez-vous? , llegó a ser “Camándulas”.
De cómo ¿Comment
allez-vous? , llegó a ser “Camándulas”.
(una historia con licencias)
Se cuenta en La Seca que a mediados del siglo pasado hubo una singular revolución de las formas de la enseñanza en las escuelas del pueblo.
Llegó un joven maestro desde Galicia, Don Roberto, y revolucionó las clases de lengua, historia
y matemáticas. Y hasta cambió los recreos de media mañana en la huerta a medias
abandonada que tenía el edificio al lado de la presa.
Se propuso que los chavales
aprendiéramos a jugar con la pelota gorda a una novedad venida de los Estados
Unidos de América. Y comenzó por bautizar al nuevo juego con dos palabras muy
de andar por casa.
Y para ser más respetuoso con el
pueblo y sus gentes - y más gráfico - colgó dos cestos con el culo roto: uno de la
pared que tiene el edificio de la escuela de las chicas, y otro del peral gordo y semiseco que aún se
manteniá en pie en la mitad de la huerta que hacía de improvisada cancha. Ya
sabemos todos cómo se llama desde entonces el revolucionario juego de la pelota
gorda: “balón cesto”. Ni más ni menos.
La maestra de las niñas - que era de la
vieja escuela en la enseñanza - no se atrevía renovar los juegos de las chicas
en los recreos; y aunque el joven maestro
siempre andaba proponiendo que las féminas se sumaran al nuevo juego del
cesto y la pelota, nunca consiguió que la idea se convirtiera en realidad.
Entre bromas y veras, cada mañana
saludada a la maestra en francés, antes de la primera clase con un cariñoso “Comment allez-vous?”, que el joven
profesor cargaba de cierta sorna, y de insistencia
en la propuesta de que las chicas se sumaran una mañana al juego de nuevo
“basketball”. Pero nunca lo consiguió, “Merci,
gracias”.
Las niñas de la escuela de La Seca,
hartas de la insistencia del saludo, y
de las invitaciones, terminaron poniendo
al maestro un jocoso mote , siempre a sus espaldas , llamándole “Camándulas”.
A todas les sonaba extraño, y en algún modo ofensivo y redundante, su saludo matinal, por lo que decidieron traducir, a su manera, y fiándose de la fonética de esas palabras; y por ello trasladaron aquel saludo en francés a nuestra “habla” torpe y grosera del “papueto”, por lo que el maestro se quedó para siempre con un “Camándulas” gracioso . Esta palabreja en “papueto” nos suena “ très bien: trois fois bien, ou quatre…” , a sorna y a carcajada. “Camándulas” era en La Seca un apelativo cariñoso a los niños revoltosos o inquietos.
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En el año 2010, Julio, 24,
Don Roberto Llamas García, “Don Camándulas”,
nos dio su lección magistral después de 53 años…
https://www.facebook.com/sanmigueldeescalada/videos/140520445971923
Nota el autor.-
Contar las historias sencillas y verdaderas es la mejor manera de componer la Historia que más nos debe interesar. Y para ello, nos están permitidas ciertas licencias personales, que aportan la realidad más íntima, más fantástica y más real. Las historias no tienen que ser unas meras crónicas, sino más bien un traslado fantástico de vivencias.
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