Ramiro Pinto: un HECHICERO:



La imagen puede contener: Ramiro Pinto Cañón, primer plano
El cuento es, fundamentalmente, una narración breve, en la que, como dice Julio Cortazar, "el autor gana el combate de su historia por k.o". (knock out).
Se puede dividir, según sus categorías, en diferentes subgéneros: infantiles, de hadas; fantásticos, de leyendas; históricos, míticos; de aventuras, de terror; de Navidad...
Y, como dice Ramiro Pinto, "con burbujas, absurdos... y - ahora - de fascinación".

Conociendo a Ramiro, es impredecible decir (valga la "rebuznancia") por donde van a ir sus tiros en eso de la "fascinación". Yo voy a "maleficiar" un poco con Catulo, para quien fascinar era eso: maleficiar, hablar con mala lengua. Y que Ramiro me disculpe si no acierto.

"Fascinare" es fascinar, encantar, echar mal de ojo, hechizar. Ya lo decía Plinio: los fascinantes son los "hechiceros". Por otro lado, se me antoja que la raíz está en el "fas" latino: lo que es conveniente, lo justo, lo lícito, lo bueno (y lo malo sería el "nefas", lo nefasto). Aunque la fascinación es también ir más allá de lo justo o de lo que está permitido; es decir lo "ultra fas" ).

Y sobretodo hay una gran diferencia entre lo fascinante y lo justo. Lo justo (la "jus" latina), versa sobre las leyes humanas; mientras que la fascinación la dictan las leyes divinas ("fas"), que nos sobrevuelan. Que nos sobrevuelan en la literatura, en los cuentos... y en especial en la poesía.

Tengo ganas de saltar al ring del libro nuevo de Ramiro. ¡A ver cómo nos golpea! Y a ver cómo nos fascinamos...

Comentarios

Entradas populares